Objetos de la Liturgia


El ACETRE e HISOPO es un caldero pequeño donde se lleva el agua bendita con que se hacen las aspersiones y siempre va acompañado del hisopo.

El ASTERISCO (estrella) es una especie de cruz de metal precioso, compuesta de dos láminas cruzadas la una sobre la otra y unidas en su centro por un pequeño tornillo y terminando en forma de pie. Del centro pende ordinariamente una estrellita que simboliza la de Belén. Este instrumento litúrgico se coloca sobre la patena, de modo que el velo especial con que se recubre ésta no toque las partículas de la Santa Hostia. El asterisco que utiliza el Romano Pontífice en la Liturgia Romana, está compuesto de 12 láminas, cada una simbolizando a un Apóstol. Benedicto XVI rescató recientemente su uso.
Se llama BOLSA DE CORPORALES a un objeto litúrgico del rito católico tradicional. Es una funda formada por dos tapas a forma de carpeta donde se guarda el corporal antes de empezar y una vez acabada la Misa, es decir, cuando no han de estar desplegados. Es del color litúrgico del día correspondiente. A partir de las innovaciones de la Misa tras el Concilio Vaticano II, su uso disminuyó muchísimo.
CÁLIZ Recipiente en forma de copa con ancha apertura. En la Liturgia cristiana, el cáliz es el vaso sagrado por excelencia, indispensable para el sacrificio de la Santa Misa ya que debe contener el vino que se convierte en la Sangre Preciosísima de Cristo.


El COPÓN o CIBORIO es un recipiente metálico destinado a reservar y distribuir la Eucaristía en las iglesias. 
BANDEJA DE COMUNIÓN: Se utiliza para evitar que por accidente las formas consagradas caigan al suelo al administrar la comunión.
CAMPANILLA: La campanilla, que se toca en la consagración, sirve para centrar aun más la atención en la Misa.

El CORPORAL es un paño o lienzo blanco cuadrado, que se se extiende durante la Misa encima del altar para colocar sobre ello el cáliz, el copón y la patena y dejar la oblata en la liturgia tradicional romana.
Durante el rito romano tradicional se extiende desde el comienzo de la misa hasta después de la comunión.
El corporal se lo coloca sobre el altar en el momento del ofertorio y tras la Comunión se lo dobla y retira.
Al lavarlo, el primer enjuague lo hace un clérigo a mano, y esa agua usada se la arroja en tierra natural, por si han quedado partículas del Santísimo Sacramento sobre Él.

En el rito romano tradicional se guardaba y transportaba durante el transcurso de la misa en una bolsa, llamada bolsa de corporales.
Se llama CRISMERA al vaso redondo o pequeña jarra de metal con tapa destinada a guardar los Santos Óleos y el Crisma. Cuando son jarras de gran tamaño como las que se usan en las catedrales se conocen con el nombre de ánforas. Las más antiguas que existen parecen ser las botellitas de vidrio y de metal que se guardan en la catedral de Monza.

En España, no constan ejemplares auténticos anteriores al siglo XIII aún cuando sin duda, existían mucho antes. Desde por aquella época, suelen introducirse las ánforas dentro de una caja a modo de arqueta decorada.
Los INCENSARIOS o también llamados turíbulos, son recipientes para quemar incienso que se utiliza en determinadas celebraciones religiosas. Son conocidos en la antigüedad judaica y aún en la egipcia y greco-romana, se adoptaron por la iglesia desde los primeros siglos, según consta por documentos históricos y por las representaciones figuradas en frescos y miniaturas de códices de la Alta Edad Media. Pero de ellos no parece que se conserven ejemplares anteriores al siglo XII. Los primeros incensarios debieron tener la forma de urna con tapa perforada y de las aludidas pinturas se infiere que ya desde el siglo X tomaron forma de globo y debieron manejarse con tres o cuatro cadenillas. Los  portadores de incensarios durante la Santa Misa se llaman turiferarios.
El LECCIONARIO es el libro litúrgico usado actualmente para proclamar las lecturas bíblicas en la Misa. En realidad son varios volúmenes, clasificados según los Ciclos de lecturas de la liturgia católica, y según sean lecturas dominicales, de entre semana o fiestas especiales (santos universales, santos locales, misas de difuntos, etc.)
El MISAL ROMANO es el libro litúrgico que contiene todas las ceremonias, oraciones y rúbricas para la celebración de la misa en el rito romano.
Se le llama misal romano, porque es el oficial del rito romano y es el de uso más extendido dentro de la Iglesia católica. El mismo consta de tres partes: el ordinario de misa, con las oraciones de cada día, el santoral y las misas votivas, y misas de difuntos. Aunque escrito en latín, la lengua oficial de la Iglesia, ha sido aprobado por todas las Conferencias Episcopales católicas una versión en la lengua vernácula.
Hoy en día existen dos misales romanos para celebrar la misa de dos formas: la ordinaria y la extraordinaria. La primera se celebra con el Novus Ordo Missæ promulgado en 1969 por el papa Pablo VI, mientras que la segunda se celebra con el misal promulgado en 1570 por San Pío V, revisado por última en 1962 por San Juan XXIII.
La MITRA es el tocado con el que cubren su cabeza durante los oficios litúrgicos aquellas personas con dignidad episcopal. Los ordinarios como abades y abadesas mitradas también la usan a pesar de no tener la consagración episcopal o ser mujeres. Los que poseen tal privilegio se denominan mitrado en referencia, justamente, porque están facultados para lucir la mitra. Actualmente se fabrican con cartón forrado de tela (galón, trevira, lino) o también con una hoja de mica (plástico). Del borde posterior cuelgan dos cintas anchas llamadas ínfulas.
Se llama PALIA al trozo de tela cuadrado, usualmente reforzado con almidón, que se usa para tapar el cáliz durante la Misa.
Se llama PURIFICADOR al lienzo utilizado para enjugar el cáliz durante la celebración de la misa. El purificador se adoptó como diferente del paño del lavabo en el siglo XIV pero todavía en el siglo XVI no era constante la distinción de estas dos prendas.
El HUMERAL, también llamado velo humeral o paño de hombros es un paño de aproximadamente 2 metros de largo por 50 cm de ancho, que el sacerdote usa sobre los hombros y espalda para portar el Santísimo Sacramento al bendecir con Él, o para llevarlo en procesión. Suele ser blanco o dorado, y ricamente bordado. En las Misas pontificales, los acólitos suelen usar humerales, uno para llevar la mitra y otro para llevar el báculo del obispo. También se lo puede usar para llevar reliquias.

El velo CUBRECÁLIZ es un trozo de tela, del mismo color y calidad que la casulla, usado en la Misa para cubrir el cáliz desde el inicio hasta el ofertorio. Suele ir complementado con la bolsa de corporales. Esta bolsa va encima del cubrecáliz hasta que ambos son retirados a la hora del ofertorio. Ambos implementos, que antiguamente eran obligatorios, hoy son opcionales, reservándose usualmente para Misas solemnes.
VINAJERA, jarra pequeña utilizada en misa para llevar el agua y el vino que se vierten en el cáliz.
Las vinajeras actuales han reemplazado a las antiguas ánforas que con el nombre de hama o ámula servían para recibir y llevar a los cálices el vino que los fieles ofrecían en la misa. Con frecuencia, eran hermosas jarras de metal ricamente decoradas. Otras se hacían de vidrio o de barro.

La forma reducida de las vinajeras actuales data, por lo menos, del siglo XII.
LAVABO lo utiliza el Sacerdote para lavarse las manos antes de la Consagración

VIRIL es un objeto simbólico perteneciente al culto católico. Un viril es un habitáculo, generalmente de cristal y redondo, decorado con metales y piedras preciosas, destinado a encerrar la Hostia y que se coloca en la parte superior central de la custodia (u ostensorio) para la exposición de la misma. Si guarda reliquias, se coloca en un relicario.
En cierta medida puede ser considerado como una custodia pequeña que se coloca dentro de otra más grande.
También es denominado luneta.

Debido al contacto directo que guarda con la Hostia, suele ser la parte más rica y mejor cuidada de los ostensorios.

La FÍSTULA es un objeto litúrgico católico de exclusivo uso del papa en las solemnes misas papales. Es una cánula de oro con la cual se sorbía el vino consagrado. Paulatinamente, este objeto ha caído en un casi total desuso.
En las misas papales solemnes, el papa comulgaba no en el altar, sino en el trono, a donde le eran llevadas las especies por los ministros. Con este instrumento, primero se prevenía algún accidente que derramara sin querer el vino consagrado (debido a las dimensiones del cáliz papal o a la edad provecta del Romano Pontífice). Segundo, porque el diácono y el subdiácono en la misa papal, después de recibir de manos del papa cada uno una partícula de la hostia grande, de vuelta al altar comulgaban también del cáliz, y parecía más digno hacerlo por ese curioso canuto de oro.










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